Castellum romano de Puig Castellar de Biosca

Puig Castellar es una fortaleza romana (castellum) del momento de la conquista de Hispania; fue un importante establecimiento militar de control del valle del río Llobregós, por donde pasaba un antiguo camino, utilizado por los romanos para desplazar las tropas desde la costa hasta los frentes de guerra del centro de la Península, por ejemplo el de Numancia.

Los trabajos de excavación que lleva a cabo la Universidad Autónoma de Barcelona han dejado al descubierto un recinto fortificado de 1,5 hectáreas de extensión protegido por una muralla con torres de defensa, que todavía se puede seguir. Junto a esta muralla se pueden ver habitaciones, almacenes y talleres relacionados con la tropa y servicios; también los restos de un gran edificio en la parte de arriba de la colina identificado como el centro de mando del complejo militar (principia).

De este edificio cabe destacar: una gran cisterna, paredes de sillares, pinturas murales, molduras decorativas y pavimentos de terrazo de diferentes colores. Este conjunto arquitectónico constituye uno de los testimonios más antiguos de arquitectura suntuaria romana encontrados en Hispania dentro de un contexto militar. La cerámica encontrada en el yacimiento marca un horizonte cronológico muy preciso que situamos entre los años 180 y el 120 antes de Cristo.

La fortaleza de Puig Castellar tuvo una vida corta de no más de 60 años. El abandono coincidió con la fundación de la ciudad romana de Iesso (Guissona), en torno al 120 antes de Cristo. Antes de abandonar el castellum los militares llevaron a cabo una destrucción sistemática de todas las instalaciones y que ha contribuido negativamente a su conservación.

El valor patrimonial de Puig Castellar es muy importante, ya que es uno de los ejemplos de arquitectura militar romana más antiguos de toda la Península Ibérica y fue el primer “castillo” conocido de la comarca de La Segarra.

Vista aèria de Puig Castellar